La necesidad de tener un esquema de la novela

¿Es realmente imprescindible tener un esquema completo de toda la novela a la hora de lanzarse a escribir?
La verdad es que esta cuestión tiene tantas respuestas como escritores hay.
Dicen que hay escritores de brújula y escritores de mapa. Los de la brújula se lanzan al texto en plan aventura, teniendo más o menos claro donde está el norte y poco más. En cambio, los del mapa lo tienen todo completamente organizado, saben de dónde parte, dónde van a acabar el viaje y por dónde exactamente van a pasar.
En mi opinión a veces el método te lo marca un poco el texto, la etapa vital que estás pasando, si estás experimentando más o menos, o cualquier otro elemento interno o externo a lo que escribes.
Yo suelo hacer un buen esquema pero eso no quita que en más de una ocasión un final que tenía muy bien dibujado ha cambiado porque al escribir he incluido algún nuevo dato. Y si vale la pena esa nueva información, se cambia y no pasa nada.
¿Tú eres de mapa o de brújula?

La brújula o el mapa

La soledad del escritor

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El de escritor es un oficio solitario. Desde el momento en que tomas la decisión de escribir sabes que la soledad va a ser tu única compañera de viaje.

Primero porque la mayor parte de tu entorno no te va a apoyar en absoluto, al contrario, te desaniman una y otra vez intentando que pongas los pies en la tierra, para que seas realista y te des cuenta de que eso de escribir está bien como afición pero no te va a llevar a ninguna parte «porque es un mundo muy cerrado y difícil».

Si tienes la suerte de que alguien te apoye (casi siempre tu madre, tu hermano, tu pareja o algún amigo incondicional) de igual forma no puedes estar constantemente hablando «de tu libro» , aunque sea realmente lo único de lo que quieres hablar. Les explicas con toda emoción y detalle en qué punto está tu historia, cómo has llegado a atar aquel cabo suelto o por qué vas a añadir o a quitar personajes y ellos te miran esperando ansiosos que termines tu discurso. Así que te toca estar solo de nuevo.

Por otro lado está el proceso de creación, que siempre es en completa soledad: tus pensamientos y tú, nada ni nadie más. Aunque los escritores siempre hablan de que sus personajes son sus compañeros.

Por todo esto para dedicarse a escribir hay que intentar tener la mejor relación posible con uno mismo dado que es con quien vamos a compartir todo el tiempo de nuestra creación.

¿Estoy desdoblándome y hablando de mí misma como compañera? ¿Quizás llevo ya demasiado tiempo sola?

Algunos consejos para los escritores noveles

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            1– Muchos escritores noveles piensan que cuanto más larga sea la novela que escriban mucho mejor. Y no es así. Una novela ralentizada por pesadas explicaciones es una novela perdida. La agilidad es clave. Las descripciones innecesarias pesan. La novela ha de tener la extensión justa para la historia que vamos a contar, ni más ni menos.

            2 – Hay que hablar de lo que se conoce y en caso contrario documentarse bien. Demasiadas veces hay un exceso de fallos argumentales y estructurales, la pretensión de querer contar historias que se nos escapan de las manos. Somos primerizos y tenemos la vida por delante. No hay que precipitarse. Aprender. Buscar el no-va-más y rizar lo imposible se hace cuando se domina la profesión. Es bueno arriesgarse, tiene mérito, pero en el 95% de los casos, en los primeros textos, esto actúa en nuestra contra. Las primeras  novelas han de nacer con la sencillez como bandera.

            3 – Es básico revisar el texto y no tener faltas de ortografía. Tampoco excedernos con el uso de vocabulario inadecuado. Palabras pomposas y floridas, pero puestas erróneamente. Hay que consultar el diccionario si se quiere escribir bien o si se pretende usar una palabra poco común. No es bueno “escribir de oídas”. La sencillez a la hora de contar una historia pesa más. El lenguaje florido no es adecuado casi nunca.

            4 – Cuidado al dar voz a diferentes personajes. Han de diferenciarlos. En muchos casos todos parecen hablar igual. Perfilar los personajes es esencial para la fluidez del relato. Cada uno ha de tener su personalidad.

            5 – Es importante para un escritor novel, simplificar la historia. Si un personaje desaparece sin más, es que no es importante, por lo tanto ya no hay que ponerlo de entrada. Un libro es un todo armónico en el que no ha de faltar ni sobrar nada.

            6 – Una novela ha de ser lógica y coherente. Incluso las de fantasía, que siempre tienen más licencias mágicas. Han de justificarse los actos, las palabras, y lo mismo la escenografía o los acontecimientos que la adornan.

           7- Y, sobre todo, tenemos que escribir con pasión, con toda la energía que tenemos, hemos de ser fuerzas de la naturaleza desatadas en nuestra creación literaria. No escuchar a esas voces cercanas que nos dicen «eso es muy difícil; si no tienes enchufe no tienes nada que hacer; es un mundo cerrado» y luchar por nuestro sueño. 

¡QUERER ES PODER!

(Fuente: http://www.sierraifabra.com/)

23 de Abril, Sant Jordi: la gran fiesta del libro

En los tiempos que corren, en los que la cultura en general y la literatura en particular, están como el país, en crisis y eterna recesión, tener un día consagrado a la literatura y que las calles se llenen de libros y de lectores ávidos de curiosear los puestos y de conocer a sus autores favoritos, es motivo de gran alegría para todos, especialmente para los que amamos la literatura y aspiramos a vivir de ella algún día (espero que cercano).

Barcelona, mi ciudad, estuvo ayer radiante, abarrotada de personas que paseaban por sus calles principales mirando los puestos de las librerías con gran interés, preguntando por las novedades y comprando libros para grandes y pequeños.

¿Qué mejor tema para iniciar esta andadura que hablar de la gran fiesta de Sant Jordi?

¡FELIZ LECTURA!

  Las Ramblas, Barcelona